Considerando los diversos enfoques que se pueden aplicar a la gestión de un proyecto, esta vez la Guía del PMBOK nos facilita una orientación en cuatro pasos prácticos de cómo se debe realizar la adaptación o personalización según la singularidad de cada proyecto.
1. En primer lugar, se debe determinar la conveniencia de adoptar un enfoque de desarrollo predictivo, híbrido o adaptativo, buscando maximizar la creación de valor.
2. Una vez que se ha seleccionado este enfoque se debe adaptar a la organización, según los estándares que pueda haber definido la PMO, las estructuras de gobernanza, los sistemas integrados, entre otros.
3. Así mismo, adaptar las herramientas de las que disponemos a las necesidades del proyecto específico, considerando su envergadura, nivel de criticidad.
4. Tener presente que siempre hay que hacer la mejora continua adaptando los dominios de desempeño (Equipo, Ciclo de Vida, Planificación, Trabajo del Proyecto, Entrega, Medición del Desempeño, Incertidumbre y Partes interesadas).
Se trata de una forma flexible que puede llevar a la creación de una metodología propia según el sector, tipo de organización o industria en la que se desempeña.